A Julio Gonzalo y a Clara Pérez les tengo que agradecer su apoyo incondicional y sus ánimos constantes. ¡Gracias!.
Quiero agradecer a todos de mis compañeros de la UNED sus comentarios y consejos y también la comprensión que me han brindado durante todo este tiempo. Estoy especialmente en deuda con María Yolanda Calero, por el trabajo y la inteligencia derrochados en el desarrollo de los prototipos elaborados en el marco de esta investigación.
A mi hermano Salvador le agradezco su ejemplo, su amistad sincera, su capacidad de trabajo, los buenos momentos compartidos, y por sacarme de la cama a las 6, que es buena hora... !para dormir!.
Madrid, a 11 de Junio de 2000